Ya nos sorprendió la
autoridad pertinente, cuando hace dos semanas nos anticiparon que “la inflación
había sido negativa”, supongo que el espabilado periodista quería decir que los
precios habían decrecido y por lo tanto nos encontramos ante un caso de deflación,
supuesto no repetido desde el año 2009.
El INE confirma el dato
anticipado, y nos informa que el IPC presenta una tasa del -0,1 % respecto del
mes de octubre de 2012.
No puedo evitar que todas
mis suspicacias se abalancen sobre un IPC negativo, cuando nos encontramos en
la fase definitiva de configuración de la tasa que afectará a lo más de 8
millones de pensionistas, al salario base, al IPREM, a los convenios colectivos
y a todos aquellos precios referenciados al IPC.
Espero que las suspicacias
del lector también se hayan activado, tanto si es pensionista, trabajador o
sujeto a precios públicos.
Sin desmerecer los esfuerzos
oficiales por elaborar un índice correcto, “mi” IPC o el IPC de cada uno de los
lectores de esta entrada, no se encuentra en el -0,1 %. Tampoco se encuentra en
el -0,1 % el movimiento de los precios del Mercadona, Carrefour y Corte Inglés,
donde compramos nuestros productos, más bien nuestros índices son positivos y
del orden de 4 o 5 puntos.
Recomiendo a los lectores,
guarden los tickets de compra y traspasen a una hoja de cálculo, a mes vencido,
los precios de los productos adquiridos y comparen como se mueven sus precios
de unos meses a otros. ¿Sus precios bajan? ¿Bajan en todos los productos? Ja.
Para comenzar, con el nuevo
etiquetado de precios de infinidad de productos, usted, no sabrá ni exactamente
ni por aproximación, cuanto está pagando por kilo, por litro o por metro.
A esta indefinición que raya
en la desinformación, únale el que los tickets de muchos establecimientos ni
siquiera indican que producto está usted comprando. Ikea es el paradigma de la
confusión en este sentido.
Si las autoridades
estadísticas, económicas y fiscales esperan que creamos sus notas de prensa
sobre índices de precios, a mí modesto entender, deben de exigir a los
comerciantes y distribuidores, un pequeño esfuerzo, que reduzco a tres medidas
simples:
- El ticket de compra debe de recoger con
exactitud la denominación del producto
- El comerciante y distribuidor debe de
proporcionar al cliente, el precio exacto de la unidad de medida en la que
se expenda cada producto, kilos, metros, litros, horas, etc. También le
proporcionará el precio de ese mismo bien en un período anterior (mes
anterior y año anterior)
- El comerciante y distribuidor debe de
proporcionar al cliente, una lista completa de los precios de todos los artículos,
incluyendo el precio del mes y año anterior
Con esta información en mi
poder, podré analizar y comparar los índices oficiales con mis índices
particulares, hasta entonces, la nota de prensa del INE me parecerá la increíble
historia del IPC menguante.
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